Crónica Infantil Masc Especial Bronce – Nuestros indómitos ‘mirmidones’
Nuestros indómitos ‘mirmidones’ se plantaron en este fin de semana decisivo tras el parón de El Encín con dos montañas muy altas que escalar que les separaba de la tierra prometida, del objetivo de alcanzar la gloria.
El sábado se encontraron con el que es presumiblemente el equipo más completo del grupo y que les había derrotado hacía dos domingos por el escaso margen de un punto dejándoles con la miel en los labios. En un campo a lo ancho y dimensiones reducidas, se aprestaron a la batalla y nunca le perdieron la cara al partido….. cuando la cosa no iba bien, aguantando el chaparrón…. cuando se iba con el viento de cola, no perdiendo la cabeza. Todos aportando y apretando los dientes consiguieron una victoria de calidad que aseguraba el objetivo…. el estallido de alegría en la celebración lo demostraba.
El Domingo se acercaban a Magariños, como meta disfrutar y desplegar buen baloncesto sin ninguna presión, jugando todos, luciendo sus mejores galas en forma de fundamentos y enseñando su progresión… aquellos que se asomaron en la mañana del domingo curiosos para ver en el templo del basket madrileño a ver cómo jugaban esos muchachos que venían de Torrejón se llevaron la sorpresa de ver a unos disfrutones que a la vez son competitivos hasta decir basta y sin ningún rubor se divirtieron, corrieron en pos de salir triunfadores en semejante coliseo baloncestístico…. y lo consiguieron.
Encuentro muy convenientes las palabras que Al Pacino, interpretando a un entrenador de fútbol americano en la película ‘Un Domingo cualquiera’, dedica a sus jugadores a modo de arenga antes del partido más importante del año… describen muy bien el carácter indomable que el equipo demuestra partido a partido, día a día que pasa, antes los retos que se le presentan:
«….. cuando te haces mayor en la vida, hay cosas que se van, eso es parte de la vida, pero solo lo comprendes cuando empiezas a perderlas, y descubres que la vida es cuestión de pulgadas. Así es el fútbol, porque en cada juego, la vida o el fútbol, el margen de error es muy pequeño, medio segundo más rápido o más lento y no llegas a pasarla (la pelota), medio segundo más rápido o más lento, y no llegas a atraparla.
Las pulgadas que necesitamos están a nuestro alrededor, están en cada momento del juego, en cada minuto, en cada segundo…. en este equipo luchamos por ese terreno, clavamos las uñas por esa pulgada, en este equipo dejamos el pellejo por cada uno de los demás, por esa pulgada que se gana, porque cuando sumamos una tras otra, eso es lo que va a marcar la diferencia entre ganar o perder… entre vivir o morir!!
En cada lucha, aquel que va a muerte es el que gana ese terreno, y sé que si queda vida en mí, es porque quiero luchar y morir por esa pulgada, porque vivir consiste en eso, las seis pulgadas frente a sus caras. Yo no puedo convencerlos de que lo hagan, tienen que mirar al que tienen a su lado y creo que van a ver a un compañero dispuesto a ganar con ustedes, que se sacrificará por este equipo, porque sabe que cuando llegue la ocasión, ustedes harán lo mismo por él. Eso es un equipo, caballeros, o nos curamos como equipo o morimos como individuos. Ese es el fútbol, muchachos, eso es todo lo que es ….. Y ahora…..¿Qué van a hacer?”.»
1…..2…..3…. PARQUE!!!